Mi viaje a Estambul
Hay ciudades que te sacan una sonrisa, algunas otras que le dan brillo a tus ojos y otras más en las que hasta se puede oler su historia. Al hacer este viaje a Estambul me sucedió esto y más, Estambul me robó el alma.
Las condiciones días previos a mi vuelo fueron un poco complejas, entonces realmente no tuve tiempo de investigar mucho ni leer antes de mi llegada así que mis expectativas eran confusas (por decir lo menos). En realidad no sabía a lo que me enfrentaría en mi viaje a Estambul y honestamente estaba un poco asustada. No conocía si era un lugar seguro y el idioma me aterraba.
Poco tiempo pasó para sentir la magia de Estambul, una ciudad de contrastes. Ubicada entre dos continentes, Europa y Asia, permite ver la mezcla entre lo oriental y occidental. Es una ciudad muy grande, con más de 15 millones de habitantes, sin embargo, no sentí el caos de las grandes ciudades.
Platicando con algunas personas me di cuenta que mucha gente tenía dudas sobre la seguridad de la ciudad, creo que hemos visto muchas películas y series en donde se presenta como un destino inseguro, sin embargo, me pareció un lugar muy tranquilo incluso para una mujer. En cuanto al idioma no tuve problemas porque viajé con un grupo de mexicanos y teníamos un guía que hablaba español; incluso cuando estuve sola lo pude resolver fácilmente con la app de Google translator, así que en poco tiempo le perdí miedo al idioma.
Hoy quiero compartirles las 10 cosas que más llamaron mi atención del viaje a Estambul, Turquía
10 datos curiosos de Estambul, Turquía.
1. Llamadas a la oración.
El Ezan (llamado a la oración) son cánticos que se escuchan por toda la ciudad y que convocan a los musulmanes turcos para realizar la oración, se reza cinco veces al día en diferentes horarios. Cada que los escuchaba se me enchinaba la piel.
2. El color azul.
Este color es sagrado por eso es muy utilizado en las casas turcas, está asociado con el agua, el buen karma y las buenas energías.
3. Ojo turco.
Uno de los símbolos de Turquía que más me gusta, es un amuleto que se utiliza para apartar la mala suerte, proviene del mito “Por la mirada discurre la fuerza”. Generalmente son de color azul, sin embargo, también existen de otros colores y cada uno tiene su significado.
4. Mezquitas.
Para entrar hay que quitarse los zapatos y las mujeres deben cubrir su cabello. Cuando los musulmanes rezan lo tienen que hacer en dirección a la Kaaba (casa de Alá) de la Gran Mezquita de La Meca en Arabia Saudí, y se deben separar los hombres de las mujeres, no rezan juntos. Practican 5 veces al día para recordar a Alá y a sus profetas y los hombres se deben encontrar para orar en las mezquitas una vez cada semana, los viernes. Durante la oración de los viernes los turistas no pueden entrar.
5. Baño / inodoro.
6.Ventana en hotel.
En todos los hoteles en los que me quedé había una ventana entre la habitación y el baño, me pareció muy raro, jamás lo había visto. Dicen que es porque a los turcos les gusta ver a las mujeres mientras se bañan.
7. Gatos.
Nunca había visto un lugar con tantos gatos y aunque realmente Estambul fue en donde menos encontré, en Turquía en general me pareció que hay muchos, en Cappadocia fue el lugar en donde logré contar hasta 15 gatos en la entrada de un comercio pequeño.
8. Turquesa.
9. Tulipanes.
De Anatolia para la humanidad, son el regalo que los turcos le dieron al mundo. Por mucho es mi flor favorita y es considerado como símbolo de Turquía y Estambul, se utiliza en el arte, las historias, las artesanías y en la decoración de mezquitas, alfombras y ropa.
10. Chocolate.
Amo con locura el chocolate, así que siempre que visito un nuevo lugar hago todo lo posible por probarlo y debo confesar que el sabor, la calidad y variedad que encontré en Turquía me cautivaron. Se combinan con distintos frutos y nueces como avellanas y pistaches.
No es casualidad que mi viaje a Estambul me haya gustado tanto si ese maravilloso lugar tiene tres de las cosas que más me gustan: turquesa, tulipanes y chocolate.
📷 Fotos: @ilopolis
Definitivamente Estambul es un destino obligado, un lugar de mucha historia, cultura, espiritualidad, contrastes e inspiración. Sin exagerar puedo decir que este viaje a Estambul cambió mi vida en muchos sentidos.
"Estambul, me gustas para volver."
Alguna vez alguien me dijo: «Hay tantos destinos que conocer que muy probablemente no vuelvas al mismo lugar así que estando aquí hay que probar de todo, escuchar de todo, visitar de todo». Desde entonces he seguido ese consejo en cada lugar al que voy, sin embargo, por primera vez estoy convencida de que aunque haya mil destinos que conocer y me falte un mundo por recorrer, siempre volvería a Estambul.